El resfrío “chorrea” cuando el
cuerpo no llora.
El dolor de garganta “tapona”
cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias
no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la
soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la
insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando
las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el
sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el
perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las
defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo
esclaviza.
La presión sube cuando el miedo
aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el
niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las
defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo
no se doblega.
El cáncer mata cuando te cansas de
“vivir”.
¿Y tus dolores callados? Cómo
hablan en tu cuerpo?
La Enfermedad no es mala, te avisa
que te estás equivocando de camino.
Nelson Torres,
Doctor en Psiquiatría (UCV) y experto en Psico-neuro-inmunolingüística
PNIL. Venezuela:
No escuchemos a nuestra mente, que nos engaña, sino a nuestro corazón...
2 comentarios:
Así querida amiga, el cuerpo nos habla pero no siempre las personas lo saben escuchar.
Besos
Tal cual, parece que estamos tan ocupados con las cosas externas que nos olvidamos de prestar atención a nuestro cuerpo y a nuestro corazón.
Besos!
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