Mi mamá tenía una gran azalea en el patio de mi casa con bellísimas flores color rosa fuerte.
Un tiempito después de que ella falleció, comenzó a venir asiduamente a la planta, un hermoso colibrí, su visita se repitió
muchas veces y yo, quién sabe porqué, en ese momento sentía que su presencia me acariciaba el alma...
Ahora, al leer ésto, comprendo que ha sido así, ella sabía que yo me encontraba muy triste y quiso que supiera que se encontraba bien.
Un gran abrazo a su alma amigos!
Lau
1 comentario:
El alma de aquello que amamos, cuando se eleva no nos abandona, sino que desde su nuevo lugar nos protege y ama, pero cada uno elige la manera de hacernos llegar ese mensaje para que encontremos la paz interior.
Besos
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